La habitación esta iluminada solo con aquella lámpara en la
mesa de noche con un bombillo de luz amarilla, la habitación está completamente
ordenada, con su cama tendida, los libros en su lugar, la ropa donde debe
estar.
Su mirada juega a
seducirme, parece divertirse. Su mirada va por cada parte de mi cuerpo sin detenerse. Creo saber qué es lo que piensa, lo mismo que pienso en este momento. Tenemos mucha atracción, sus labios se ven tan
sexys que combinan con la travesura de su mirada, sus manos demuestran que
quiere tocarme y yo deseosa que se decida a hacerlo.
Está parado frente al televisor mientras yo solo estoy
inclinada en el escritorio tan solo con una manzana roja en mi mano, cada
mordido que le doy significa cada beso que quiero regalarle.
Mi piel está haciéndole un llamado con urgencia a sus manos,
mis labios exigen la conexión con su boca, mis ojos solo quieren cerrarse
solamente quiero que mi cuerpo sienta lo que serias capaz de hacer.
“Solo quien dé el primer paso será
declarado pecador”.